jueves, 9 de diciembre de 2010

CUESTIÓN DE ÓPTICA / JUECES 6.12


Cuando Jehová se le presentó a Gedeón, este estaba totalmente desanimado. Hacía tiempo ya que los madianitas le amargaban la vida al pueblo de Dios. Saqueaban permanentemente las tierras de los israelitas y se llevaban lo mejor de la cosecha. En ese mismo momento Gedeón estaba trabajando para esconder el trigo.



Note el marcado contraste entre el saludo del ángel de Jehová y la respuesta de Gedeón. El ángel se refiere a él como «varón esforzado y valiente». Pero el joven israelita no se sentía ¡ni valiente ni esforzado! Al contrario, solamente podía pensar en que su familia era pobre y que él era el último de la casa. Al igual que David, no sería la persona naturalmente escogida por la familia para cualquier proyecto importante. Estaba acostumbrado a que nadie le tomara en cuenta. Mirando, entonces, sus recursos, exclamó con toda naturalidad: ¿Y yo qué puedo hacer?


Para tener éxito en los proyectos que él nos propone, no es importante cómo nos vemos, ni cómo nos sentimos. ¡Lo importante es cómo nos ve Dios!


He aquí uno de los misterios de la obra de Dios. Para tener éxito en los proyectos que Dios nos propone, no es importante cómo nos vemos, ni cómo nos sentimos. ¡Lo importante es cómo nos ve Dios! Sara se veía como una vieja estéril, sin perspectivas ya de engendrar hijos. El Señor la veía como la madre de una multitud. Moisés se veía como un tartamudo, útil solamente para cuidar ovejas. El Señor lo veía como el hombre ideal para liberar al pueblo del yugo Egipcio. Pedro se veía como un torpe pescador de Galilea. Cristo lo veía como la roca, un lider con un rol clave en la formación de la nueva iglesia. Ananías veía en Saulo a un hombre dedicado a la persecución violenta de la iglesia. El Señor veía en este hombre a un instrumento escogido para llevar el evangelio a los gentiles.


¿Cómo se ve usted? ¿Se ve como un pobre desdichado que tiene pocas capacidades y aun más, con menos recursos? ¿Cree usted que Dios lo ve de la misma manera? ¿Cómo le saludaría el ángel de Jehová si se le apareciera hoy?


Tenga en cuenta que puede ser verdad que usted es pobre y tiene pocos recursos de los cuales echar mano. Gedeón era de veras miembro de una familia pobre. La dificultad no está en las condiciones que tenemos.


El problema está en creer que mis condiciones y circunstancias limitan la actividad y los proyectos de Dios. El Señor no ve nuestra realidad como impedimento para Sus planes, porque es Él el que hace la obra, no nosotros. El ángel le dijo a Gedeón: ve con esta tu fuerza. No le estaba pidiendo que busque más recursos, ni eche mano de tesoros que no poseía. Simplemente quería que pusiera su incapacidad en manos del Dios todopoderoso.


¡Un siervo en las manos de Dios, puede ser un arma poderosa por demás!


Ptra. Ronilda de Lladó

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