Las consecuencias de jugar con el pecado son siempre trágicas.
Con demasiada frecuencia se presenta el pecado adorablemente ataviado.
Pero con resultados funestos. Y somos engañado, caemos en el pecado y nuestro testimonio se viene abajo, se nos pierde la confianza, y en mucho caso nuestro servicio a Dios termina. Sansón menosprecio su herencia V. 13. Sansón nació en un hogar piadoso, sus padres oraban a Dios, y eran temente al Señor. Dios llamó a Sansón a ser un nazareo (separado) completamente al Señor. De acuerdo al libro de Números capitulo 6 un nazareo nunca debía beber licor ni tocar un cadáver; y la señal de su dedicación sería su cabello sin cortar. Numeros. 6: 4- 8. Toda esta maravillosa herencia menospreció Sansón en adulto, decidió vivir como le placía. Que trágico es cuando Dios le da a un joven una maravillosa herencia y una gran oportunidad y la toma a la ligera. Hay muchos como Sansón, que tienen poder para conquistar a otros, pero no pueden dominarse a sí mismo. Sansón rompió sus votos en tres ocasiones. Antes de su matrimonio tocó un animal muerto. Jueces. 14: 8-9. Celebró una fiesta de bodas con muchas bebidas alcohólicas. Jueces. 14: 10. Permitió que le cortaran su cabello. Jueces. 16: 19-20. Hoy en día muchos están menospreciando las herencias y las bendiciones del Señor. Por jugar con el pecado, son participes de la corrupción, del cohecho, andan con la mujer ajena, haciendo cosas indebidas. Amados, las fiestas mundanas, la borrachera y el libertinaje no son agradables ante los ojos de Dios. Sansón era un hombre que tenía todo: a) fue un niño especial, b) fue anunciado por el ángel de Jehová a su padre, c) tenía un destino y un propósito divino, d) desde niño Sansón fue bendecido por Dios, e) el Espíritu de Dios estaba sobre él. Su carácter de Sansón le trajo muchos problemas. En muchas ocasiones fue agresivo: Matando a mucha gente. Pero no pudo matar las pasiones de la carne. Quemando los campo de los filisteos. Pero no pudo controlar el fuego de su lujuria. Arrancando las puertas de la ciudad. Y haciendo pedazos las cadenas que los hombres le ponían. Pero las cadenas del pecado tomaron cuenta de su alma. A Sansón se le recuerda por lo que destruyó, y no por lo que edificó. Amados la violencia, la lujuria, y el mal carácter no es bueno. Sansón usó mal los dones de Dios. Muchas veces los usó para entretenerse, y en otras ocasiones lo usó como venganza personal. Dios nos ha dado sus dones para cumplir sus propósitos, pero alguno de nosotros estamos malgastando los dones de Dios. Lo estamos usando para nuestro propio propósito, ¡cuidado con las consecuencias! Sansón se dejó llevar por sus deseos sexuales, este hombre tuvo tres mujeres en su vida. La mujer de Timnat. Jueces 14:1-2. Una mujer ramera Jueces 16: 1. Dalila Jueces 16: 4. He visto ministerios destruidos por el adulterio, hogares desintegrados por la infidelidad, hombre y mujeres muriendo con SIDA, por la degeneración humana. Sansón termina postrado durmiéndose sobre las rodillas de Dalila, contando su secreto del pelo a Dalila. ¿Sobre qué rodillas estás postrado?, ¿será sobre la oración, del clamor, de la santidad? o ¿postrado sirviendo al pecado de adulterio, corrupción deslealtad, etc? Los filisteos lo toman preso a Sansón, le cortan el cabello con una tijera, le sacan los ojos, y lo ponen a moler trigo como a esclavo, este servicio solamente era hecho por las mujeres hebreas y no por varones, en la cultura filistea los que molian el trigo eran los esclavos, ¡Que decadencia y humillacion para el héroe de Israel! Cuidado con las tijeras del pecado, ellas pueden cortar tu bendición y tu relación con Dios, así como el pequeño sol de Israel termina sus días ciego, el libertador terminó esclavo, el engañador terminó por ser engañado. Su pueblo terminó siendo esclavo por cien años más, hasta que llega el rey David y los libertó. Sansón murió y fue enterrado entre Zora y Estaol, en el mismo sitio donde comenzó su ministerio. Algunos han comenzado su ministerio en algún lugar, y ahí mismo lo han enterrado. ¿Donde están ahora tus talentos y tus dones? ¿Están enterrados?, es tiempo de desenterrar, sacudir y desempolvar lo que el Espíritu Santo ha entregado en tus manos. Amados hermanos no caigamos en el error de Sansón, no nos durmamos en el pecado, antes: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Mateo. 26: 40-41. El pecado nos atrapa y cobra más de lo que estamos dispuestos a pagar. Terminamos ciegos, esclavos del pecado, y engañados. Nosotros no podemos cumplir los propósitos de Dios, mientras estemos jugando con el pecado. El que juega con fuego tarde que temprano se quemará. Amados no menospreciemos nuestra herencia. Tampoco rompamos el pacto que hizo nuestro Señor en la cruz. ¿Valdrá la pena pagar un precio demasiado alto por pecar? La Decisión está en usted. Dios los bendiga.
Apóstol David Lladó H. V.
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