La frase “la sangre de Cristo” es usada muchas veces enel Nuevo Testamento, y es la expresión de la muerte sacrificial y la obracompleta de expiación de Jesús en nuestro favor. Las referencias a la sangre del Salvador incluyen la realidad de que Él literalmente se desangró enla cruz, pero más significativamente que derramó su sangre y murió por lospecadores.
La sangre de Cristo tiene el poder de expiar un númeroinfinito de pecados cometidos por un infinito número de gente a través de lossiglos, y todos aquellos que ponen su fe en esa sangre serán salvados.
La realidad de la sangre de Cristo como medio deexpiación por el pecado, tiene su origen en la Ley Mosaica. Una vez alaño, el sacerdote debía hacer una ofrenda de la sangre de animales sobre elaltar del templo por los pecados del pueblo. “Y según la ley, casi todo es purificado consangre, y sinderramamiento de sangre no hay perdón.” (Hebreos 9:22). Pero esta era unaofrenda de sangre que estaba limitada en su efectividad, por lo que teníaque ser ofrecida una y otra vez. Esta era una semblanza del sacrificio deJesús ofrecido en la cruz “una vez ypara siempre” (Hebreos 7:27). Una vez que fue hecho ese sacrificio, ya nohubo necesidad de la sangre de toros y machos cabríos. La sangre de Cristo esla base del Nuevo Pacto. La noche anterior a Su crucifixión, Jesúsofreció la copa de vino a Sus discípulos diciendo, “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,que es derramada porvosotros.” (Lucas 22:20). El verter el vino en la copa, simbolizaba la sangre de Cristo que seríaderramada por todos los que creerían en Él. Cuando Él derramó Su sangreen la cruz, Jesús eliminó la exigencia del Antiguo Pacto del continuosacrificio de animales. Esa sangre no era suficiente para cubrir los pecadosdel pueblo, excepto de una manera temporal, porque el pecado contra un Dios Santoe infinito, requiere un sacrificio santo e infinito. “Pero en esos sacrificios hay un recordatorio de pecados añotras año.
La sangre de Cristo no soloredime a los creyentes del pecado y el castigo eterno, sino que “Su sangre purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo”(Hebreos 9:14). Esto significa que no solo somos ahora libres deofrecer sacrificios, los cuales son “inútiles” para obtener la salvación, sino que somos libres de depender de las obras inútiles e improductivas de la carnepara complacer a Dios. Porque la sangre de Cristo nos ha redimido, ahora somos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17), y por Su sangre somos liberados del pecado para servir al Dios vivo, para glorificarle, y para gozar de El por una eternidad.
Ptra. Ronilda de Lladó
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