El derramamiento de la sangre de Jesucristo sobre la cruz, fue el factor que hizo posible que nosotros recibiéramos el perdón de nuestros pecados y la aceptación en la presencia de Dios. “…sin derramamiento de sangre no se hace remisión”. La vida en la sangre está. Lv. 17:11. Cuando pecamos, ganamos la muerte. Ro 6:23. Jesús pagó el precio de nosotros con su propia sangre (al morir por nosotros en la cruz). El sacrificio expiatorio significa ser hecho UNO CON DIOS. Jesús dio su vida (derramó su sangre) sobre la cruz por nuestra expiación o redención. Esto hizo posible que nosotros fuésemos UNO CON DIOS. La sangre de Jesús significa que ya no somos Sus enemigos, sino más bien Sus amigos, Sus hijos e hijas. Por fe, nosotros aceptamos lo que Jesús hizo por nosotros. El pecado nos separa de Dios. Is 59:2. Nos hace sentir culpables. Sal 38:4. El pecado permite que Satanás nos acuse. Ap 12:10. El pecado demanda la pena de muerte. Ez. 18:4. La sangre de Cristo satisface todas nuestras necesidades. La sangre de Cristo satisface plenamente la ley de Dios, la cual, requiere un castigo cuando la ley es quebrantada. 1 Juan 3:4 dice: “Pues el pecado es infracción de la ley”. La sangre nos protege de la culpabilidad de quebrantar la ley (la muerte). En Éxodo 12, Dios ordena al pueblo de Israel untar de la sangre de un cordero sobre los umbrales de sus puertas para protegerlos del destructor, quien pasaría matando a todos los primogénitos de la tierra. Ese era un cuadro representativo del Cordero de Dios: Jesús, quien vendría más tarde al mundo. Dios dijo: “…veré la sangre, y pasaré de vosotros…” Ex 12:13. La confraternidad con Dios es restaurada. Ro 5:8, 9. Somos redimidos de la esclavitud. Ef 1:7. La sangre ha satisfecho a Dios; ahora está para satisfacernos a nosotros en la limpieza de la culpa de nuestra conciencia.He 9:14. La sangre de Cristo nos santifica. He 13:12. La sangre nos acerca a Dios. Col 1:20-22. La sangre nos perfecciona ante la presencia de Dios. He 10:14. La actividad más estratégica del diablo en esta época es: ser el acusador de los hermanos Ap 12:10. y es como tal, que el Señor lo confronta con Su ministerio especial como Sumo Sacerdote, a través de Su propia sangre He 9:11-14. La sangre coloca a Dios del lado del hombre, contra el diablo. Ro 8: 31, 33, 34. El diablo no tiene fundamento para sus acusaciones contra los que han recibido la obra redentora de Cristo por sus vidas. La sangre disuelve todo los derechos legales de propiedad de Satanás. Col 1:14. Redención’ significa ‘comprar de vuelta’. Estamos bajo la posesión de un nuevo dueño, y el precio que fue pagado por nosotros fue el derramamiento de la sangre de Jesús. “…la iglesia del Señor, la cual Él ganó por su propia sangre” Hch. 20:28. Lea también 1 Corintios 6:19, 20; y 1 Timoteo 2:6. La sangre de Cristo nos ha dado comunión, limpieza de corazón y vida eterna. 1 Jn 1:7. Jn 6:53, 54. Por tanto, ahora entiendo lo que significa el derramamiento de la sangre de Cristo para Dios, para Satanás y para mí. Hago mi consigna de compartir con otros la verdad concerniente a la sangre de Cristo. Me recordaré a mí mismo, más a menudo, respecto al pacto que Dios tiene conmigo para perdonar mi pecado y limpiarme de toda maldad y protegerme de los planes ocultos de Satanás.
4 comentarios:
Q bendición
Bendiciones a todos los que llevan de una manera u otra las buenas nuevas
Q bendicion tan grande q se nos a sido dado x la sangre de Jesús.
Pero en hebreos 9:22 dice CASI todo es justificado con la sangre,explíqueme el Casi,será que algo no es limpiado por la sangre,?
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