lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Es posible cambiar el Mundo?


Un nuevo año llega y con el la esperanza de cambios en nuestra vida. En el año nuevo, decidimos por una vida nueva. Pensamos que el nuevo año cambiará nuestra vida, que se acabaran los
problemas y alcanzaremos las metas que no logramos en el pasado. En fin pensamos que con el nuevo año cambiará las circunstancias que rodean nuestras vidas.Cuán maravilloso sería que pudiéramos cambiar el mundo tan fácilmente, que de un día para el otro nuestras circunstancias mejoraran dramáticamente. Lamentablemente no es así, no hay una fórmula mágica para cambiar el mundo. Ahora bien, ¿será posible que de alguna manera pudiéramos cambiarlo?Solo hay una manera que pueda ocurrir este milagro; en Mateo 5:14-16, Jesús le dice a sus discípulos que somos la luz del mundo. La luz tiene la capacidad de cancelar las tinieblas. Siendo que la luz representa todo aquello que es bueno, mientras que la oscuridad representa todo aquello que es malo, entonces nosotros siendo luz de éste mundo podemos cancelar las tinieblas, o sea, la maldad de éste mundo.¿Por qué esto no necesariamente sucede? La contestación está en el mismo pasaje bíblico. Para que la luz pueda cancelar la oscuridad tiene que ser colocada en un lugar visible. Para que nuestra luz pueda cambiar este mundo de oscuridad, tenemos que poner nuestra luz a la vista de los que la necesitan. La iglesia cristiana tiene que salir de las cuatro paredes de los templos si quiere efectuar cambios en este mundo. Para hacerlo es necesario que cada uno de nosotros como cristianos, hagamos brillar la luz de Cristo donde quiera que estemos y no solamente en el templo, por eso la importancia de hacer misiones. Las misiones empiezan en su casa, en Jerusalén y continúa hasta los confines del mundo. Todos somos partícipes de este mandato. En Juan 8:12, Jesús dice: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Nosotros como cristianos podemos cambiar el mundo, en la medida en que reflejemos al mundo la luz de Cristo.Si verdaderamente deseamos que el mundo cambie en éste año 2009, nuestra meta debe ser que cada día podamos reflejar al mundo la luz de Cristo.

Un hombre justo/ Mateo 1:18-25

Los proyectos del Señor siempre se extienden más allá del pequeño círculo de nuestra propia existencia. La bendición que él trae a nuestra vida es apenas una pequeña parte del gran proyecto de la eternidad, cuyas dimensiones nosotros ni siquiera podemos imaginar. Aún desconociendo los detalles de esta empresa celestial nos resultará provechoso recordar que somos parte de un pueblo y que en toda obra que Dios emprende la realiza pensando en el bien de muchos.
José desconoce por completo cuál es su parte en el extraordinario proyecto misionero que el nacimiento de Cristo significa. Repentinamente se encuentra envuelto en una situación profundamente humillante. La mujer con quien ha decidido contraer matrimonio está embarazada. El evangelio de Mateo no nos ofrece ningún comentario sobre el terrible golpe que esta noticia debe de haber representado para José. Nuestra propia experiencia nos lleva a creer que el debe haber sentido en la más profunda de las angustias. ¡Cuántas preguntas pasaron por su mente! Y no padecía solamente esto, también debía decidir ahora el mejor camino a seguir.
El evangelista comenta que José era un hombre justo. El que lo fuera no indica que supiera cómo salir de la situación, pero sí nos da una pista clara sobre lo que más importa en momentos de crisis. La forma correcta de manejar una situación compleja no descansa tanto en nuestra capacidad de seguir un procedimiento preestablecido, sino en ser la clase de persona que siempre actuará con integridad sin importar el desenlace particular de las circunstancias.
Al igual que Zacarías, Elizabeth y María, José era una persona con un camino recorrido en la vida espiritual. La relación que había cultivado con Dios le proveyó, en ese momento intensamente doloroso, una clara dirección: hacer lo que era correcto y justo delante de los ojos del Dios que siempre había seguido.
Aún mientras meditaba sobre los pasos particulares que debía tomar, un ángel del Señor se le aparece en sueños. Cuando existe un intenso deseo de hacer lo que es bueno, Dios mostrará, por el medio que él escoja, el camino a seguir. En este caso el mensajero celestial le provee una perspectiva completamente inesperada: «no temas recibir a María tu mujer, porque lo que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo». Una vez más lo inexplicable tiene explicación, aunque esta jamás se nos hubiera ocurrido a nosotros.
En cuántas situaciones nos hemos apresurado a arribar a conclusiones equivocadas por no poseer toda la información necesaria sobre una situación. La persona sabia siempre deja margen para el error. Aun cuando las conclusiones a las que arribamos parecieran ser el producto de un irrefutable proceso de razonamiento, es posible que nos hayamos equivocado en ellas. La cautela a la hora de arribar a conclusiones es apropiada porque nuestro conocimiento de los hechos siempre es precario. Hacemos bien en desconfiar de las conclusiones a las que tan confiadamente quiere llegar nuestro corazón.
¡Dios los bendiga!

lunes, 15 de diciembre de 2008

La Sangre De Cristo - Hebreos 9: 22.

El derramamiento de la sangre de Jesucristo sobre la cruz, fue el factor que hizo posible que nosotros recibiéramos el perdón de nuestros pecados y la aceptación en la presencia de Dios. “…sin derramamiento de sangre no se hace remisión”. La vida en la sangre está. Lv. 17:11. Cuando pecamos, ganamos la muerte. Ro 6:23. Jesús pagó el precio de nosotros con su propia sangre (al morir por nosotros en la cruz). El sacrificio expiatorio significa ser hecho UNO CON DIOS. Jesús dio su vida (derramó su sangre) sobre la cruz por nuestra expiación o redención. Esto hizo posible que nosotros fuésemos UNO CON DIOS. La sangre de Jesús significa que ya no somos Sus enemigos, sino más bien Sus amigos, Sus hijos e hijas. Por fe, nosotros aceptamos lo que Jesús hizo por nosotros. El pecado nos separa de Dios. Is 59:2. Nos hace sentir culpables. Sal 38:4. El pecado permite que Satanás nos acuse. Ap 12:10. El pecado demanda la pena de muerte. Ez. 18:4. La sangre de Cristo satisface todas nuestras necesidades. La sangre de Cristo satisface plenamente la ley de Dios, la cual, requiere un castigo cuando la ley es quebrantada. 1 Juan 3:4 dice: “Pues el pecado es infracción de la ley”. La sangre nos protege de la culpabilidad de quebrantar la ley (la muerte). En Éxodo 12, Dios ordena al pueblo de Israel untar de la sangre de un cordero sobre los umbrales de sus puertas para protegerlos del destructor, quien pasaría matando a todos los primogénitos de la tierra. Ese era un cuadro representativo del Cordero de Dios: Jesús, quien vendría más tarde al mundo. Dios dijo: “…veré la sangre, y pasaré de vosotros…” Ex 12:13. La confraternidad con Dios es restaurada. Ro 5:8, 9. Somos redimidos de la esclavitud. Ef 1:7. La sangre ha satisfecho a Dios; ahora está para satisfacernos a nosotros en la limpieza de la culpa de nuestra conciencia.He 9:14. La sangre de Cristo nos santifica. He 13:12. La sangre nos acerca a Dios. Col 1:20-22. La sangre nos perfecciona ante la presencia de Dios. He 10:14. La actividad más estratégica del diablo en esta época es: ser el acusador de los hermanos Ap 12:10. y es como tal, que el Señor lo confronta con Su ministerio especial como Sumo Sacerdote, a través de Su propia sangre He 9:11-14. La sangre coloca a Dios del lado del hombre, contra el diablo. Ro 8: 31, 33, 34. El diablo no tiene fundamento para sus acusaciones contra los que han recibido la obra redentora de Cristo por sus vidas. La sangre disuelve todo los derechos legales de propiedad de Satanás. Col 1:14. Redención’ significa ‘comprar de vuelta’. Estamos bajo la posesión de un nuevo dueño, y el precio que fue pagado por nosotros fue el derramamiento de la sangre de Jesús. “…la iglesia del Señor, la cual Él ganó por su propia sangre” Hch. 20:28. Lea también 1 Corintios 6:19, 20; y 1 Timoteo 2:6. La sangre de Cristo nos ha dado comunión, limpieza de corazón y vida eterna. 1 Jn 1:7. Jn 6:53, 54. Por tanto, ahora entiendo lo que significa el derramamiento de la sangre de Cristo para Dios, para Satanás y para mí. Hago mi consigna de compartir con otros la verdad concerniente a la sangre de Cristo. Me recordaré a mí mismo, más a menudo, respecto al pacto que Dios tiene conmigo para perdonar mi pecado y limpiarme de toda maldad y protegerme de los planes ocultos de Satanás.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

IGLESIA EN MISIONES HECHOS 1: 8
INTRODUCCIÓN. Los discípulos tenían una cita con Jesús, esta cita era el propósito de la gran comisión.
Ellos debían de llevar la buenas nuevas a todo el mundo. Eran pocos discípulos con un mudo por alcanzar.
La obra misionera presenta a un salvador para todos.

I.- EL EVANGELIO TIENE DIMENSIONES TANTO TERRENALES COMO CELESTIALES.

Enfrentando problemas terrenales./Que sufren enfermedades y aflicciones terrenales.
Los pecados pueden ser perdonados./Cuando usted muere puede ir al cielo.
Los discípulos no tenían medios de comunicación, para evangelizar a doscientos millones de habitantes en el mundo.
Hoy nosotros gozamos de la tecnología de punta: TV. Internet, Radio, periódico, panfletos, etc. Para poder evangelizar seis mil quinientos billones de habitantes en el mundo.*- El campo misionero comienza en su casa, tus vecinos, tu ciudad, nuestro país y los confines del mundo.

II.- DE QUE SE TRATA SER MISIONERO
La obra misionera consiste en ir por todo el mundo. “Id y haced discípulos a todas las naciones”
MT. 28: 18- 20./El mundo es nuestro campo misionero. MT. 13: 38./La obra misionera es proclamar que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la escrituras, que el fue sepultado y resucito. I Co. 15: 3- 4.El evangelio es para alcanzar a todas las razas. Juan. 4: 7 Hechos. 8: 4.

III.- AMAR MISIONES ES FUNDAMENTAL
La obra misionera es una obra de amor./ Debemos orar por misiones.
Debemos sostener económicamente a los misioneros que están en el campo./El primer gran misionero fue el Señor Jesús. /En el campo misionero nosotros somos testigos del Señor, y el nos llama a nosotros de testigos.
Hch. 1: 8.

IV.-UNA IGLESIA MISIONERA EFICAZ.
Antioquia es el ejemplo de una iglesia dinámica, era la segunda capital del cristianismo.
La más grandiosa iglesia misionera del N. T. Era una iglesia espiritual.
Los creyentes fueron esparcidos debido a las persecuciones y de esa manera fue extendido el evangelio.
Allí llego Bernabé para enseñar a los nuevos convertidos.
V. 22.
Pablo llega para unirse a los que enseñaban. Vv. 25-26.

La iglesia de Antioquia estaban repletas de gente y el mundo los llamó cristianos. Hch. 11: 26.
Era una iglesia que servía, con maestros que ministraban al Señor y ayunaban y oraban.
Hch. 13: 1- 3.
Esta iglesia enviaba a sus misioneros. Vv. 2-5.

Debemos reconocer que la oposición vendrá de Satanás cuando cumplimos con el trabajo al cual el Señor nos ha llamado. Sin embargo, no debemos temerla. Confiamos en el poder del Espíritu, no en el nuestro. A través de las experiencias de los cristianos sacados de sus hogares a causa de la persecución, se nos trae a la memoria el que Dios siempre está en control de todas las circunstancias. Cuando los cristianos llegaron a Antioquia, no tenían idea de que Dios algún día fundaría en esa región un centro del cual saldría un gran movimiento misionero de la Iglesia Primitiva. Esta gente simplemente estaba obedeciendo el llamado del Señor de ir a todas partes para predicar el evangelio. Cuando seguimos la dirección del Espíritu Santo podemos esperar que El nos use aun cuando no estemos completamente seguros hasta donde alcanzarán sus planes.
El llamó a individuos a quienes había comisionado especialmente para ser lo que ahora llamamos misioneros. Dios siempre bendecirá a la iglesia y al cristiano que es consciente de la importancia de las misiones.

Apóstol David Lladó