- Y no se proveía del mercado o de la tienda, era del basurero dela calle.
- La miseria ha llevado mucha gente a tomar decisiones drásticas en la vida. La escasez de principios está arrastrando a nuestra sociedad a la corrupción, la estafa, los asaltos y crímenes.
La pobreza de los valores sociales, se han invertido en la prostitución de niñas, adolescentes y jóvenes, que se ofrecen como mercancías baratas.
Acarreando vergüenza, humillación y tristeza en las familias.
Con consecuencias lamentables, con enfermedades venéreas como el sida, que esta matando a millones de persona en la tierra.
Cuanta basura hay en el lenguaje y en las actitudes de nuestros niños, jóvenes y adultos, por la mediocridad de la educación que recibieron.
El estiércol de la pornografía, la miseria espiritual y la pobreza de valores es el pan de todo los días.
Jesús nos dice: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Estos son los que ponen su confianza en Dios y no así en lo material.
Los pobres de espíritu son los que reconocen en la persona de Jesucristo toda la riqueza que necesita la humanidad.
Porque en Cristo Jesús todos nosotros seremos enriquecidos, con sus principios, valores, éticos, morales y espirituales.
Que el Dios todo poderoso los bendiga gracias.
Apóstol David Lladó