martes, 20 de julio de 2010

LUCHANDO CON DIOS – Génesis 32:30



Este es uno de esos pasajes que nos resulta por demás extraño. Dios envuelto en una lucha cuerpo a cuerpo toda la noche, Teofanía (La manifestación de Dios en forma de ángel de Jehová): (expresión en el A.T.) ¿Cómo ha de explicarse tan raro evento en el relato de la historia de los patriarcas?

Creo que la historia no es tan extraña como inicialmente nos parece. Para entenderla, debemos recordar la vida de Jacob. Había nacido hijo de la promesa.

Por él pasaba la descendencia de aquellos que iban a ser parte de esa gran nación que le había sido anunciada a Abraham. De manera que la bendición de Dios reposaba sobre él aún desde el vientre de su madre. ¿Cuándo dejarás de pelear contra mí? Quédate quieto, y déjame que te bendiga de una buena vez por todas! Un rápido vistazo a los acontecimientos de su vida, sin embargo, nos muestra a un hombre que no dudó en echarle mano de cuanto pudiera para hacerse de la bendición que Dios le había prometido. Lo vemos envuelto en reiteradas s situaciones donde se aprovechó de la debilidad de otros. Lo vemos haciendo trampa, mintiendo, engañando y siendo engañado. Acumuló una gran fortuna en bienes, pero se hizo de muchos enemigos en el camino, incluyendo el odio de su hermano Esaú, que había jurado matarlo.

No es una figura que inspira.

A veces el Señor lleva años queriendo decirnos algo sin poder lograr que le prestemos atención. Su voz es la del "silbo apacible." Pero cuando no hacemos caso, debe adoptar métodos más directos. Este es uno de esos incidentes. En forma muy gráfica Dios le muestra al Patriarca lo que había sido su vida hasta este momento. Una lucha sin fin por apropiarse de la bendición de Dios! El relato nos dice que el Señor no pudo contra él. De cierto esta no era una puja por dominio físico. Dios podría haberle destruido simplemente con la palabra de su boca. Pero no era la intención del encuentro destruirlo, sino mostrarle lo arduo y cansador que había sido el camino recorrido.

En un sentido muy literal, el Señor le dice al Patriarca: toda la vida has estado luchando conmigo, sin darte cuenta que yo estoy de tu lado. ¿Cuándo dejarás de pelear contra mí? Quédate quieto, y déjame que te bendiga de una buena vez por todas! El Señor mismo deseaba la prosperidad de Jacob. Pero no por el camino que el patriarca había escogido.

Muchas veces como estamos tan desesperados de asegurarnos de la bendición de Dios para nuestros proyectos que echamos mano de todo lo que se nos viene por delante. Trabajamos con una desesperación que revela cuanto creemos que todo depende de nuestro esfuerzo. Y hasta logramos el avance deseado. Pero cuánto más fácil hubieran sido las cosas si hubiéramos aprendido a unir nuestro trabajo al brazo fuerte de Dios!

Quizás este es un buen momento para detenerse. Tome un momento para volver a poner las cosas en su lugar. Usted no está trabajando para Dios. Usted está trabajando con Dios. No quiera usted hacerlo todo. Descanse más en él, y verá que mayores resultados resultan de sus esfuerzos.

DIOS NOS HACE PARA VIVIR UNA VIDA DIFERENTE - 1 TESALONICENSES 1.1-10


Pablo está seguro de que Dios escogió a los tesalonicenses (1 Ts. 1.4). ¿Cómo es posible estar tan confiado? Pablo mismo nos da las razones en este capítulo. La elección se reconoce por:


I. EL FRUTO QUE PRODUCE EN LOS QUE CREEN (2-4).


a) Una fe activa (3).


b) Un amor servicial (3).


c) Una esperanza fuerte y sufrida (3).


II. LA FORMA EN QUE LLEGA LA PALABRA DE DIOS (4-7).


a) Llegó con poder, que es resultado de:


1) La actividad del Espíritu Santo (5).


2) La convicción de los mensajeros (5). Para que el mensaje produzca convicción en otros, nosotros tenemos que estar seguros.


3) El comportamiento de los misioneros (5). El evangelio fue predicado por personas que reflejaban el carácter de Dios en sus vidas.


4) No sólo con palabras (5). No confundir oratoria con dirección del Espíritu y poder de Dios en la predicación.


b) Llegó con poder, y el resultado fue:


1) Los misioneros fueron modelo (6). Aprendieron a imitar al Señor por lo que observaron en la vida de los que predicaban.


2) Los tesalonicenses recibieron la Palabra en medio de gran tribulación (6). Decidirse por Cristo a veces significa separarse de personas amadas, graves malentendidos, y hasta amarga persecución.


3) Los tesalonicenses recibieron la Palabra con gozo del Espíritu Santo (6). Es una paradoja que uno experimente gozo en medio de sufrimiento, pero cuando uno se decide por el Señor, es inundado con gozo por obra del Espíritu Santo.


4) Los tesalonicenses sirvieron de modelo para los creyentes en Macedonia y Acaya (7). A veces la Escritura pone creyentes espirituales como ejemplos para otros. (1 Co. 4.16; 11-1: Fil. 3.7). Esta es la única vez donde una iglesia se menciona como ejemplo.


III. LA FAMA QUE GOZAN LOS CREYENTES CON LOS DE AFUERA (8-10).


a) Son conocidos como personas de fe (8).


b) Son conocidos como personas transformadas (9-10).


1) Transformadas al dejar ídolos (9).


2) Transformadas por seguir a Dios (9).


3) Transformadas para servir al verdadero Dios (9).


4) Transformadas para esperar al Hijo (10).


La verdadera transformación hará impacto en la vida de otros cuando éstos vean que se han dejado sus viejos costumbres para servir al verdadero Dios.

FORTALECIENDO A LA FAMILIA


Siendo la familia una institución, la más importante de todas, no podía dejarla Dios desprovista de un orden necesario que sirviera de base sólida para contrarrestar y enfrentar todos los embates que Él sabía iba a presentarse en cada hogar. Sabiendo el diablo lo que la familia significa para Dios y para la sociedad, no ha escatimado astucias y maquinaciones para llevar la misma a la confusión y degeneración. En su intento, ha podido ver que, socavando el fundamento del orden establecido, ha ganado ventaja sobre muchas familias, que obviando o ignorando el mandato divino, han decidido hacer las cosas a su manera, teniendo que enfrentar terribles consecuencias.


Considerando una familia funcional, compuesta de un matrimonio con sus hijos ... es el hombre la cabeza del hogar y sacerdote del mismo, quien debe de preocuparse, por sobre todo, que Cristo sea el centro y a quien él debe sujetarse para poder llevar a cabo la función que le ha sido encomendada por Dios. Representa la autoridad divina en el hogar y debe de tomársele en cuenta para toda decisión. Es su responsabilidad el sentar pautas y reglas que abonen a la sana convivencia y al buen funcionamiento del hogar, resultando esto en amor, respeto y unidad entre todos.


La mujer le sigue en autoridad, sujetándose a su marido y guardando el respeto propio de la relación, creando así un ambiente de paz y armonía en su hogar. Es responsable de velar por el bienestar de la familia, preocupándose porque lo que se haya establecido se cumpla, tratando cada asunto con sabiduría.


"La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba." Prov.14:1


"Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
y no desprecies la dirección de tu madre "Proverbios 6:8


Los hijos deben de honrar a sus padres con respeto y obediencia y estar prestos a llevar a cabo la función que se le haya encomendado como miembro y parte importante de la familia. Una buena relación en el hogar resulta en buenas relaciones fuera de él.



"Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,
y no dejes la enseñanza de tu madre;
Átalos siempre en tu corazón, enlázalos en tu cuello.


Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,
y camino de vida las reprensiones que te instruyen." Proverbios 6:20-21, 23

Una familia en el orden de Dios aporta para el mejoramiento de la sociedad, dando ejemplo y manifestando al mundo que no todo está perdido, que hay esperanza para todo aquel que considere a su familia como lo más importante y el eje central de la sociedad..


- Casadas, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor.


- Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas.


- Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor.


- Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desalienten. Col.3:18-21


- ... Y todos sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:
Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. 1 Pedro 5:5
- Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios... 1 Samuel 15:22
- El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:17